
Yoga Aéreo
Antes de comenzar me gustaría presentarme, soy Raquel Rodríguez León, directora de Omkara Yoga, tras muchos años de dedicación, esfuerzo, aprendizaje y cambios he emprendido este proyecto en Cartagena como parte de mi propósito vital, con la intención de compartir, transmitir y enseñar con humildad lo que ha sido parte de mi crecimiento y evolución en el mundo del Yoga y en la vida, porque van de la mano.
Pongo todo mi corazón en ello y espero continuar aprendiendo en cada paso, porque cuando doy clases soy yo quien se lleva el mayor regalo. Me acompaña y ayuda en este camino Isabel Bernal Espinosa, en quién he confiado para mimar este proyecto en Cartagena, porque también es su propósito y así lo siente. Espero que entre las dos, con la misma base y con la riqueza de la diferencia, podáis encontrar lo que necesitais.
EL YOGA ÁEREO Y YO
Cuando lo que piensas, lo que sientes, lo que dices y lo que haces van de la mano tu corazón y tu mente te hacen imparable y todo el Universo conspira para que sucedan los milagros.
Cuando descubrí el Yoga aéreo un cosquilleo subió por mi cuerpo de la emoción, hace ahora más de tres años, era la primera vez que escuchaba que se podría practicar yoga con columpios ¡Tenía que probarlo como fuera! Pensé. Y cuando lo probé, me enamoré, me compré un columpio y comencé a practicar sola hasta que encontré la formación de Yoga aéreo que consideré más adecuada y que se adaptaba a mi búsqueda, con Anya Yoga Aéreo.
Me costó mucho esfuerzo viajar para poder formarme, pero todo ese esfuerzo me merecía la pena. Fue una formación preciosa de la que me llevé el corazón rebosante. Tuve que vender algunas cosas de valor para poder conseguir mi siguiente objetivo y poder comprar mis once columpios de Yoga, aunque no tuviera donde colgarlos aún, como he dicho antes, me obsesioné y me enfoqué,en mi deseo, estaba segura de que aparecería el lugar adecuado.
Primero colgué un columpio en casa y a volar, pues la práctica individual de Yoga aéreo es imprescindible y requiere quizá más esfuerzo y dedicación que otros estilos de Yoga para poder elaborar sesiones equilibradas. Después de un tiempo comenzaron a surgir oportunidades e impartí mis primeros talleres de Yoga aéreo en Badajoz, en Rehavitas clínica de fisioterapia, a quien agradezco profundamente la oportunidad.
En ese momento de mi vida me sentía plena, llena y feliz, tenía más de 60 alumnos semanales e impartía talleres con éxito de Yoga aéreo. Pero la vida juguetona tenía otros planes para mí y el corazón me trajo a Murcia, donde me desnudé por completo para comenzar de cero a construir una nueva realidad hace ahora algo más de dos años. En Extremadura se quedó un trocito de mi alma para siempre, con todas las personas que pasaron por mis clases y talleres ayudándome a crecer. Doy las gracias y deseo lo mejor del mundo a los alumnos de Santa Marta, Jerez de los Caballeros, Aldea de Retamal y Badajoz.
Con el alma y el corazón en la mano, con confianza y esfuerzo el universo me fue abriendo puertas, las oportunidades se fueron dando y encontré grandes personas que me ayudaron. Pude montar mi primera sala de Yoga aéreo con ocho columpios en el pabellón municipal de La Unión, su personal me ayudó de forma desinteresada y altruista a colocar las vigas necesarias y les estaré eternamente agradecida por ello, las clases se llenaron, también los talleres de fin de semana y las clases de Yoga aéreo con niños fueron un éxito.
Fue duro el cambio radical de vida y de lugar, pero mi propósito seguía avanzando hacia el lugar donde me encuentro en estos momentos. Tras dos años de clases en El algar y En La Unión comencé a sentir la llamada de la preciosa ciudad de Cartagena, comencé a sentir la llamada de tener mi propio espacio, con mi energía y mis colores. Me sentía preparada para dar ese salto y enraizarme en estas tierras donde he encontrado una nueva familia del alma, donde he encontrado a mi tribu.
La decisión y el proceso se han llevado muchas lágrimas, ha sido un parto de algo que empezó a gestarse hace mucho tiempo, pero todo ha fluido porque este era mi camino. Ya he dado a luz y mi creación me hace sonreír cada día, y aunque aún me siento cansada de tanto cambio y movimiento, estoy orgullosa de mi misma y eternamente agradecida. Van apareciendo nuevas personas con las que poder compartir, a las que poder transmitir y enseñar, de las que poder aprender.Todo se va conectando y reajustando para poder desarrollar uno de mis propósitos de vida. Muchas gracias a todos los que formáis parte de ello y a los que están por venir porque el camino acaba de empezar….
Comienzo el nuevo ciclo abierta de corazón a la magia de la vida y a todos los cambios y crecimiento que ésta me regale. Sigo explorando afortunada, sintiendo que hago lo que debo y lo que deseo. Sin miedo al cambio, rompiendo barreras, mirando desde otras perspectivas, abriendo la visión a las posibilidades, confiando, evolucionando, conectando, caminando y agradeciendo la oportunidad de encontrar un nuevo camino. Esto es YOGA.
Ahora, cuando miro atrás, han pasado más de tres años y tantas cosas se han dado la vuelta. Los once columpios están por fin colgados en una nueva y preciosa sala en Cartagena, he dado todo lo que tenía por ello para empezar de cero de nuevo, pero siento que es época de compartir nuestros dones con el mundo, de compartir lo que soy y lo que tengo. Lo he dado todo por estar aquí y la vida me devuelve mucho más cada día, a tan tres semanas de abrir el nuevo espacio en Cartagena las clases ya están llenas, como lleno está mi corazón de emoción, gratitud, satisfacción y alegría.
¿QUÉ ES YOGA AÉREO?
Superar barreras mentales, sobrepasar los que crees que son tus límites, cambiar la visión, la perspectiva, mejorar, avanzar, encender y avivar tu poder personal (Manipura), con el corazón (Anahata) confiar y saltar a la vida, sin miedo…Esto es para mí Yoga aéreo, esto es para mí la vida…. 🙂 💜
Después de practicar otros estilos de Yoga, el Yoga aéreo aparece en mi vida en el momento idóneo, en el momento en que el mundo necesita un cambio, en el momento en el que se está dando ese cambio, de nueva conciencia, de evolución y avance….Simbólicamente es lo que el Yoga en el columpio trabaja, estimula y potencia, mirar desde otro punto de vista, adquirir esa nueva conciencia vital y crecer….Por estos motivos, además de mis amadas clases de Yoga en el suelo, el uso del columpio se ha convertido en mi especialidad: YOGA AÉREO y YOGA AÉREO PARA NIÑOS. Mis pequeños granitos de arena en este cambio hacia un mundo mejor.
El Yoga aéreo es Yoga, usando el columpio como herramienta, pero añadimos una nueva dimensión, el aire. Trabajamos nuestra alineación, tonificación, fuerza, creatividad, relajación, bienestar….La gran herramienta del columpio ayuda, sostiene y potencia nuestro trabajo físico y mental, superando nuestros límites, disfrutando de cada movimiento….
YOGA AÉREO (Método Anya®) Es una técnica muy depurada conformada por 3 niveles de trabajo: TIERRA-AGUA-AIRE.
En cada nivel se desarrollan 7 series con 10 asanas cada una, más de 201 asanas, complementadas con el trabajo a través de vinyasa, pranayamas, Bhandas, yoga nidra, técnicas de bioenergética y meditación…Y sobre todo una activación profunda de la conciencia del yoga en el columpio… Un antes y un después en la práctica de yoga, en la sensibilidad y propiocepción llegando a límites insospechados, con escucha y respeto al cuerpo. Un estudio profundo holístico de la ciencia del yoga en el columpio…
Aprendí este maravilloso método y sigo considerándolo el mejor en España, porque se aprende y se practica Yoga, sin fusiones, sin integrar otras disciplinas como el fitness, la danza o el pilates, que está muy bien, pero nuestra base de trabajo es el Yoga y es la formación que lo ofrece, desde el corazón de sus creadoras, Mila y Eva. Tras la práctica fui haciendo mío el método e integrándolo con mi naturaleza, con mi manera de dar clase y ahora, tras más de tres años me siento tan cómoda con mi columpio que el Yoga aéreo fluye de manera libre y natural. Es una bonita sensación pero sé que áun me queda mucho por aprender, eso es lo mejor.
En resumen, disfrutar del Yoga con la maravillosa herramienta del columpio, aplicando el Método ANYA® y mi propio método integrados para dar forma a unas sesiones diferentes con más de 300 asanas, Vinyasa, Pranayamas, Bhandas, Relajación… Y sobre todo una activación profunda de la conciencia del Yoga en el columpio, esto es Yoga aéreo.
Y así, masajeando el cuerpo y las ideas, con un suave fluir y balanceo, abrazada y protegida, espero a mis voladores….Y a la vida
Pies ¿Para qué os quiero si tengo alas para volar? Frida